Energía

14 de febrero: Día Mundial de la Energía

14 de febrero: Día Mundial de la Energía

Desde el año 1949, cada 14 de febrero se celebra el Día Mundial de la Energía, que tiene como principal objetivo crear conciencia en la sociedad respecto a la importancia del uso racional de energía, y a su vez promover el uso de fuentes renovables.

FARN sostiene que actualmente la cuestión energética surge como uno de los desafíos más complejos a resolver, tanto desde el punto de vista económico como desde lo ambiental incluido también lo social. La posibilidad de explotar hidrocarburos no convencionales, las grandes represas y la energía nuclear no deben situarse como la única alternativa a considerar frente al contexto de crisis energética actual. En tal sentido, y teniendo en cuenta la disponibilidad de recursos naturales que posee el país para la generación de energías limpias, resulta necesario impulsar la diversificación de la matriz energética para incorporar la generación de energías más próximas al cuidado del ambiente.

Desde una perspectiva que abarca tanto la mirada local como global respecto al sector enérgetico, cabe destacar que FARN este año estará coordinando el grupo de trabajo sobre clima y energía del C-20, con el objetivo de realizar aportes a la agenda del G-20 en materia ambiental y seguir desde cerca las negociaciones vinculadas a la transición energética.
Además, cada año FARN realiza un análisis del presupuesto nacional, del cual en el 2018 se desprende como conclusión respecto al sector energético, que por cada $1 invertido en energías renovables y eficiencia, se invierten $61 a la generación con combustibles fósiles y subsidios a tales energías. Se trata de un monto dos veces más bajo en lo que refiere a financiamiento y subsidio de los combustibles fósiles, a la vez que duplica los fondos para energías renovables y eficiencia, respecto a lo presupuestado para 2017.

Por su parte, el 93% de las partidas identificadas al sector energético corresponden a la generación de energía a través de combustibles fósiles (incluidos subsidios), grandes hidroeléctricas y nucleares. De este 93% a su vez, el 95% se corresponden la generación y el consumo de energía producida a través de petróleo y gas, un 1% se corresponde a energía nuclear y el 4% restante a grandes proyectos hidroeléctricos.

El 1% compatible corresponde a medidas para el planeamiento estratégico de la energía, proyectos de energías renovables en mercados rurales, generación eléctrica a través de energía solar, biogás y cuestiones vinculadas al uso racional y eficiente de la energía. Entre las medidas compatibles con el ambiente, el 83% sería financiado a través de fondos internacionales como el Banco Mundial, el CAF, The Export – Import Bank of China (Eximbank), Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El 6% restante se corresponde a partidas presupuestarias etiquetadas como inciertas, ya que no se puede establecer claramente cuál es su impacto ambiental.

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