Por Agustina López y Tomás Barrandeguy
El panorama en la Patagonia es devastador: en las últimas semanas por los incendios se perdieron entre Neuquén, Río Negro y Chubut más de 36 mil hectáreas. Para dimensionar, la Ciudad de Buenos Aires tiene 20 mil. El frente más urgente es el que se abrió hace poco más de 10 días en El Bolsón. Allí se perdieron más de 3500 hectáreas, pero también se consumieron más de 140 casas y murió un hombre.
En su mayoría, el fuego que arde en la Patagonia es de origen intencional. En la Argentina en el 95% de los incendios hay un factor humano, a veces es negligencia (un fogón mal apagado, una colilla que prende rápido) y otras es prender para quemar con intención. Sin embargo, hay alguna excepción como la que se vivió el 25 de diciembre en el Parque Nacional Nahuel Huapi: el incendio, que ya consumió más de 10 mil hectáreas se inició por una tormenta de rayos.
Los gobernadores de Chubut (Ignacio Torres) como de Río Negro (Alberto Weretilneck) coincidieron en que se trata de un incendio intencional. Ambos apuntaron a grupos mapuches, pero por el momento no se pudo determinar el motivo detrás del fuego. En Río Negro, por caso, se detuvieron a 6 personas por estar presuntamente involucradas en la quema intencional y fueron liberadas a las pocas horas.
Pero detrás de la intencionalidad que arrasa valiosas hectáreas de bosque nativo que llevará décadas en recuperarse, hay otros factores que agravan la situación: el cambio climático, las grandes plantaciones de pino y también, según expertos, falta de políticas con un enfoque más a largo plazo antes que de urgencia.
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“Nunca hay que dejar de ponderar la variable de cambio climático que es de origen humano y que está alterando estos ciclos de fuego tanto naturales como no naturales, convirtiéndolos en más frecuentes, prolongados y agravados. Y que resulta en serias consecuencias negativas para el ambiente y las comunidades”, explicó a TN Ana Di Pangracio, especialista en Derecho Ambiental y directora ejecutiva adjunta de la Fundación Ambiente y recursos naturales (FARN).