Por Guillermina French
En 2024, el Presupuesto Nacional sufrió una reducción real del 26,3%, con recortes en partidas ambientales que oscilaron entre el 34% y el 81%, según datos del Monitor ambiental del Presupuesto, elaborado por la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN).
Entre las áreas más afectadas se encuentran el manejo del fuego, con una caída real del 81%; la protección de los bosques nativos, que no tuvo ejecución durante todo el año; la Administración de Parques Nacionales, con un recorte del 34%; y el fomento de energías renovables, reducido en un 66,4%.
El Gobierno Nacional ha justificado estos recortes con el argumento de que es necesario reducir el Estado y alcanzar el superávit fiscal. Sin embargo, no contempla las consecuencias sociales y ambientales de este ajuste: daños devastadores para los ecosistemas y un impacto directo en la vida de las personas.