Según los especialistas, el proyecto del Gobierno impulsa menores partidas para la protección de bosques, el control de la contaminación y el manejo del fuego.
Por Matías Avramow.
El presupuesto presentado por el presidente Javie Milei el pasado lunes refuerza la marginación de la protección ambiental y la atención a la crisis climática en la agenda oficialista. La reducción de fondos destinados a esta área no es sorpresiva, sino que sigue una línea presente en el gobierno libertario desde que comenzó su mandato.
Acorde al proyecto de ley de presupuesto 2026, los fondos destinados a Ecología y Medio Ambiente enfrantarán una caída del 21% en términos reales respecto del año en curso. En adición, si se tiene en cuenta que, hasta agosto de este año, se había ejecutado menos del 60% del presupuesto apobado, es posible prever un fuerte impacto sobre las políticas de conservación y protección de bosques nativos.
El recorte en ambiente alcanza áreas diversas, como la Subsecretaría de Ambiente de la Nación, el saneamiento de la cuenca Matanza-Riachulo, la protección de bosques nativos y el Servicio Nacional de Manejo del Fuego.
Tomando como ejemplo la Ley de Bosques, que nunca recibió el financiamiento estipulado, igualmente se identifica un mínimo histórico. Como advirtió Ariel Slipak, economista e integrante del equipo de análisis presupuestario de FARN, “el presupuesto para bosques nativos es 96% inferior a lo que debería según lo estipula la ley y cayó un 31,27% con respecto a la asignación de 2025”.