Política ambiental | Presupuesto

Análisis del Presupuesto 2019

Análisis del Presupuesto 2019

El objetivo de este documento es analizar dentro del presupuesto nacional 2019 las inversiones en materia de protección y conservación de los recursos naturales versus actividades contrarias, es decir, que generan o podrían generar un impacto ambiental negativo en el marco del presupuesto nacional para el año que acaba de empezar.

El análisis realizado por María Marta Di Paola –directora de Investigación (FARN)- arroja como conclusión general que las partidas etiquetadas como compatibles con el cuidado ambiental representan el 0,3% de los gastos presupuestados para el año 2019, mientras que aquellas etiquetadas en la categoría contrarias alcanzan al 5,6%. La preferencia está puesta en aquellas actividades que conllevan un impacto negativo en la conservación de los recursos naturales.

En 2019, por cada $1 que se presupuesta a cuestiones de cuidado del ambiente se invierten $19 a aspectos vinculados a su degradación, monto que muestra una mínima reducción frente al año 2018 cuando la ratio fue de 1:20.

Respecto a la relación del gasto ambiental con el PBI, con un valor que alcanza el 0,08% del PBI, muy por debajo del promedio estipulado por el Banco Mundial en 0,7%. Si bien en el contexto de la economía nacional se evidencia una reducción de los gastos asociada a la política de recorte del gasto público, las erogaciones contrarias al cuidado ambiental se incrementaron en relación al PBI pasando del 1,13% en 2018 al 1,26% en 2019.

En total, las políticas identificadas a la conservación de recursos naturales suman $14.012 millones, superando en un 80% al año anterior.

La partida presupuestaria que resulta un indicador de las cuestiones ambientales en el presupuesto es aquella vinculada al fondo de conservación de los bosques nativos. Los $595,5 millones estipulados en el proyecto de ley de presupuesto para los bosques nativos representan un 0,01% del presupuesto nacional, un valor en constante descenso, habiendo sido de 0,02% el año pasado y 0,03% en 2017, muy lejano al 0,3% que le correspondiera por ley.

Como emblema de las partidas contrarias al cuidado ambiental se pueden mencionar aquellas asociadas al sector energético, donde por cada $1 invertido en energías renovables y eficiencia, se invierten $59 a la generación con energía sucias, como fósiles, grandes hidroeléctricas o nuclear. Un monto similar al año anterior cuando la ratio fue de 1:61.

El sector de transporte es otro representante de los montos con menor preponderancia para el cuidado ambiental, donde por cada $1 que se destina al transporte de menores emisiones de GEIs, se estima que se invierten $9 a cuestiones vinculadas a medios de transporte que fomentan las emisiones, mejorando la situación respecto al año anterior con la ratio de 1:106 reestableciendo a valores cercanos al 2017 con una paridad de 1:7.

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