El pasado 30 de octubre, el gobierno presentó su Estrategia Nacional de Biodiversidad ante el Convenio sobre la Diversidad Biológica. El documento está alineado con algunas metas del Marco Mundial de Biodiversidad y presenta avances respecto a la estrategia anterior, pero tiene falencias significativas para promover una efectiva conservación de la biodiversidad en Argentina.
El 30 de octubre, Argentina presentó su actualización de la Estrategia Nacional de Biodiversidad (ENBPA) ante el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), marcando un paso necesario en el cumplimiento de los compromisos asumidos en el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal (MMB) para 2030. Esta estrategia, destinada a guiar las acciones del país en la conservación, uso sostenible y conservación de la biodiversidad es fundamental para asegurar un futuro con bienestar, tanto para la naturaleza como para las personas.
Este es el tercer ejercicio de Estrategia de Biodiversidad realizado por la Argentina. La actualización presentada este año reconoce, entre otras cuestiones, la necesidad de una ley de presupuestos mínimos para la conservación y restauración de la biodiversidad, una evaluación de los ecosistemas del país y avanzar con la protección de especies en peligro y la erradicación de especies exóticas invasoras. También contempla la importancia de los recursos genéticos y el respeto por los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas.
Sin embargo, el documento presentado ante el CBD presenta importantes falencias. Por un lado, carece de metas cuantitativas y plazos claros para la mayoría de las metas, indicando como metas intermedias la simple implementación de legislaciones, planes, programas y proyectos ya existentes. Tampoco menciona plazos para la sanción de las leyes de presupuestos mínimos propuestas, no sienta las bases para avanzar en el pendiente ordenamiento ambiental del territorio ni consagra un compromiso de deforestación cero.
Por otro lado, la perspectiva de derechos humanos en el documento es débil. No incorpora un enfoque de género ni intergeneracional, omitiendo por completo los términos “mujeres” y “juventudes”. Tampoco incluye referencia alguna al financiamiento directo para pueblos indígenas y comunidades locales, históricamente postergados en la provisión de fondos, para acompañar sus acciones de conservación y uso sostenible como guardianes de la biodiversidad en los territorios.
Desde la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) realizamos en 2024 recomendaciones para fortalecer la Estrategia Nacional, con el objetivo de que la Argentina cumpla con los compromisos globales de conservación y promueva una convivencia armónica con la naturaleza. Algunos de nuestros aportes se incorporaron total o parcialmente en la ENBPA a 2030.
La Estrategia actual tiene aspectos positivos sobre los que construir, y pronto se vería acompañada de un plan financiero y marco de monitoreo, ambos ausentes en anteriores ejercicios. No obstante, tiene muchos asuntos que deberán saldarse en la fase de implementación, que empieza de inmediato, para alinearse en su totalidad con los mandatos y la ambición del MMB.
La naturaleza es el fundamento mismo de la vida en la Tierra, incluyendo la nuestra. Necesitamos que sea esta la visión que guía todas las esferas de la acción gubernamental y social. No hay tiempo que perder.