La Cámara de Diputados de la Nación aprobó ayer el proyecto que sienta las bases burocráticas para institucionalizar el trabajo climático. En julio, había obtenido media sanción en el Senado, por unanimidad.

Ayer, miércoles 20 de noviembre, se aprobó la Ley de Presupuestos Mínimos para la adaptación y mitigación al Cambio Climático, con163 votos afirmativos, 8 abstenciones y ninguno en contra.

La norma recientemente aprobada institucionaliza la existencia de un Gabinete Nacional de Cambio Climático y permitirá su labor interministerial. Su función primordial será implementar un plan de adaptación y mitigación al Cambio Climático. Además, establece la creación del Sistema Nacional de Información sobre Cambio Climático, y determina que todos los datos y documentos relacionados con la aplicación de la ley deben ser información pública ambiental. Por tratarse de una ley de presupuestos mínimos, se convierte en un piso de protección nacional sin necesidad de adhesión provincial, lo que permitirá que su implementación sea más rápida. 

El proyecto, que comenzó su camino hace ya más de 3 años por iniciativa de los Senadores Fernando Solanas y Lucila Crexell, recorrió varias instancias y contó con los aportes de  diferentes actores de la sociedad civil (incluido FARN), partidos políticos y representantes del Gobierno Nacional en ejercicio.

“Está claro que esta ley se pudo concretar gracias a una constancia y construcción colectiva, pero el empuje final ocurrió este año, principalmente, por los movimientos juveniles en las calles exigiendo acción urgente”, dice Enrique Maurtua Konstantinidis, Asesor Senior de Política Climática de FARN.»Es un hito para la lucha contra el cambio climático en nuestro país. El valor de institucionalizar el trabajo climático es clave. Le dará más jerarquía al trabajo, y herramientas para seguir avanzando. Esto previene que el trabajo climático no quede siempre a la voluntad de la administración de turno», agrega.

La sanción de la Ley es un primer paso hacia una Argentina más comprometida con la acción climática. Ahora quedará velar por la correcta implementación y seguimiento de los compromisos que esta genera.