El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presentó un proyecto para modificar la ley 1854 de Basura Cero, el cual prevé cambiar las metas progresivas de reducción de residuos con destino a relleno sanitario y los años comprometidos para su cumplimiento, al tiempo que deroga las prohibiciones dispuestas en el artículo 7° de esa norma, que prohíbe “la combustión, en cualquiera de sus formas, de residuos sólidos urbanos con o sin recuperación de energía”, habilitando de esta forma la incineración de residuos en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
Esta iniciativa surge como respuesta a los muy malos resultados que tanto la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que incluye además a los municipios del Conurbano, han tenido en lo que respecta a la disminución y minimización de los residuos, que actualmente tienen como destino final los rellenos sanitarios Norte III, Gonzalez Catán y Ensenada.
Es muy conocida la crítica situación por la que atraviesan esos rellenos, cuya capacidad para seguir recibiendo las 17.000 toneladas de basura por día que producen los 15 millones de personas que viven y/o trabajan en Capital Federal y Gran Buenos Aires, alcanza sólo para cinco años más.
Nadie duda sobre la necesidad de realizar cambios y profundas modificaciones al sistema de Gestión de Residuos existente en el Área Metropolitana de Buenos Aires, y que ello además debe extenderse a las ciudades más pobladas de la Argentina; pero la incineración de residuos NO es el camino más apto para lograrlo.
“Las organizaciones y personas abajo firmantes manifestamos nuestro rechazo a la habilitación de la incineración de residuos -también llamada bajo el eufemismo “valorización energética de residuos”- para el tratamiento de los residuos sólidos urbanos de la Ciudad de Buenos Aires”.
“Rechazamos cualquier intento de habilitar la incineración y allanar su camino por otros medios, como cambiar la línea de base, las metas de reducción, u otras. Exigimos al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que invierta recursos en políticas públicas sostenidas en el tiempo, coherentes con los objetivos de la ley, para reducir la generación de residuos evitables, mejorar la separación de residuos en origen y la recolección diferenciada, fortalecer el trabajo de las cooperativas de recuperadores urbanos y fomentar la industria del reciclado, desarrollar la infraestructura y las políticas necesarias para recuperar los residuos orgánicos de la ciudad y lograr así reducir genuinamente la disposición final de residuos”.