En un contexto de bajante extraordinaria del río Paraná, las quemas intencionales, que alcanzan gran magnitud en Entre Ríos y en menor medida en Santa Fe y Buenos Aires, elevan hasta límites alarmantes la presión sobre los ecosistemas de humedales y ponen en riesgo la salud y la vida de las poblaciones del Delta del Paraná y de las ciudades ribereñas.
Es clave que se retome el trabajo participativo de los gobiernos con distintos sectores de la sociedad civil en el marco del Plan Integral Estratégico para la Conservación y el Aprovechamiento Sostenible del Delta del Paraná (PIECAS-DP), creado en el año 2008. Esto posibilitará tratar las complejidades de los ecosistemas del Delta y su actual situación, desde los territorios y atender el gran desafío de compatibilizar las actividades productivas con el sostenimiento de la integridad ecológica de los humedales.
Ante el agravamiento de la situación socioambiental del Delta en las últimas semanas, las organizaciones argentinas que integramos el programa Humedales Sin Fronteras hicimos llegar a las autoridades nacionales, entrerrianas, bonaerenses y santafesinas propuestas de acción concretas, así como un reiterado pedido de reunión (las notas se encuentran adjuntas al pie de este comunicado).
Se está ante una oportunidad para retomar los proyectos legislativos para la institucionalización del PIECAS-DP. Esto debe ir acompañado de la postergada sanción de la Ley de presupuestos mínimos de Humedales, que brinde un piso mínimo de protección a estos ecosistemas, con principios y herramientas de gestión ambiental específicas.
Si los gobiernos y legisladores no son capaces de demostrar real voluntad política de querer hacerlo, la historia lamentablemente se seguirá repitiendo y otra vez habrá que apagar incendios.
Foto: Eduardo Bodiño (2020).