El contexto geopolítico internacional ha fortalecido una retórica en la Argentina que muestra al gas como “energía puente” y reaviva las expectativas de la industria hidrocarburífera de lograr la exportación de gas natural licuado (GNL) desde Vaca Muerta, entre otros proyectos, para conseguir las tan ansiadas divisas. El correlato es el incremento de las inversiones necesarias para llevar adelante esta expansión de áreas de explotación y de la infraestructura, que trae aparejada una gran voracidad de financiamiento.
El riesgo reputacional propio de la actividad hidrocarburífera, por los graves impactos ambientales que conlleva, y las grandes chances de financiar —de cara al futuro— posibles activos varados, frenan a los actores privados del sector financiero. Y esto lleva a las empresas y al Estado argentino a tratar de recurrir a financistas históricamente sometidos a pocas regulaciones y a una gran opacidad: las agencias de crédito a la exportación (ECA, por su sigla en inglés).
Las ECA son instituciones financieras cuyo mandato principal es la promoción de exportaciones del propio país. Para lograr su cometido se ocupan de otorgar créditos, seguros o garantías a exportadores de su país o a importadores del país de destino. En su mayoría, estas agencias pertenecen a países del Norte Global.
Estos actores, aunque desconocidos para muchos, ocupan un rol crucial en el necesario camino hacia la desfosilización de la matriz energética global. Por ello, en este documento, publicado en abril del 2023, se realiza un repaso del lugar que ocupan las ECA en la arquitectura financiera internacional, se analiza la participación que tienen en Vaca Muerta y plantea el debate de si pueden jugar o no un rol para facilitar una transición energética justa para los países del Sur Global.