• Más de 175 organizaciones piden a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que ponga fin a la financiación del petróleo y el gas. 
• Como primer paso hacia este objetivo, un país miembro de la OCDE debe presentar una propuesta para prohibir el apoyo al petróleo y al gas en la reunión de la OCDE en la próxima  semana del  6 de marzo de 2023.
• Gobernadas por la OCDE, las Agencias de Crédito a la Exportación (ECA, por sus siglas en inglés) proporcionan más financiación pública para proyectos de combustibles fósiles (USD 34.000 millones al año) que cualquier otro tipo de institución de financiación pública, incluidos los Bancos Multilaterales de Desarrollo.

Una semana antes de que los negociadores internacionales se reúnan en la OCDE en París, para discutir la financiación de las exportaciones con los objetivos climáticos internacionales, más de 175 organizaciones de la sociedad civil (OSC) de más de 45 países han lanzado un Posición Conjunta llamando a líderes mundiales a poner fin a la financiación de las exportaciones de petróleo y gas de la OCDE, y explicando cómo se puede hacer. 

La ciencia del clima es muy clara y explica que, para cumplir con un 1.5°C de límite de calentamiento a finales de siglo, no se pueden explotar nuevos campos de petróleo y gas, y que además podría ser necesario cerrar de manera temprana el 40% de los campos ya desarrollados. Sin embargo, las ECA del G20 proporcionan siete veces más apoyo a los combustibles fósiles que a la energía limpia. Entre 2019 y 2021, las ECA del G20 apoyaron al menos con USD 34.000 millones por año el valor de las transacciones de combustibles fósiles, más del 90% de los cuales fueron para petróleo y gas, mientras que proporcionaron sólo USD 4.700  millones para energía limpia.

El objetivo de las ECA es otorgar a las empresas de sus propios países mayor competitividad externa, brindando préstamos, seguros o garantías. Sus modelos de funcionamiento varían entre países, pero siempre manejan fondos públicos y minimizan riesgos al capital privado. En FARN les decimos “los financistas silenciosos”, por su falta de transparencia, rendición de cuentas y bajo perfil. Si querés saber más sobre las ECA, podés leer el documento FARN sobre este tema.

Entre el 6 y el 9 de marzo, los negociadores de la OCDE tienen una oportunidad crucial para tomar medidas climáticas ambiciosas en línea con la ciencia. La Sociedad Civil aboga por que los países negociadores de la OCDE encaren este proceso prohibiendo todo apoyo a la exportación para la nueva infraestructura de petróleo y gas e infraestructura asociada. Al hacerlo, los miembros de la OCDE tienen la oportunidad de aprovechar los recientes progresos hechos sobre las restricciones de energía a carbón en la OCDE. 

Más del 50% de los 38 miembros de la OCDE y 5 de cada 10 de los países OCDE negociadores ya se han comprometido a poner fin a la financiación internacional de los combustibles fósiles para fines de 2022, incluso para sus ECA, mediante la firma en la COP26 de la Declaración sobre el apoyo público internacional para la transición de energía limpia. Para iniciar las negociaciones sobre una prohibición del petróleo y el gas, uno de los miembros de la OCDE debe presentar una propuesta para hacerlo. Los países que se consideran líderes climáticos tienen la oportunidad de hacerlo en la reunión de la próxima semana.

La Posición Conjunta sobre las restricciones de petróleo y gas de la OCDE llega en un momento en el que la sociedad civil también está pidiendo otros flujos de trabajo de la OCDE, como las directrices para las empresas multinacionales o tomar en serio las preocupaciones climáticas. 

Desde del área de investigación de FARN señalan que la crisis climática actual no da más lugar para seguir invirtiendo en la industria fósil, las ECA deben cumplir con los compromisos climáticos asumidos de cese al financiamiento a los fósiles, que profundizan un perfil extractivo y generan alta conflictividad socioambiental en los países del sur global. No se puede seguir retrasando una transición energética justa basada en fuentes de energía limpias.