El subsecretario de Ambiente iba a llegar este lunes a la conferencia en Belém pero canceló por los posibles movimientos en el Gabinete. Se discute sobre financiamiento y la posibilidad de acceder a fondos.
Por Agustina López
Este lunes comenzó la segunda semana de la Conferencia de Cambio Climático de la ONU, la COP30, en Belém, Brasil. Y se abre una ronda de negociaciones crucial de la que participan funcionarios y ministros de alto nivel de las delegaciones de todo el mundo.
De acuerdo a lo que recogió durante conversaciones en la primera semana de la COP30 el presidente de la conferencia, André Corrêa do Lago, los puntos por los que más presionan los países son:
- Financiamiento climático (el dinero que aporten los países más ricos a los más vulnerables para afrontar la crisis climática);
- La necesidad de mejorar los planes de reducción de gases efecto invernadero y también de controlar correctamente cuáles son los esfuerzo que se están haciendo
- La posibilidad de revisar las barreras arancelarias climáticas.
En este contexto es que comienza la negociación para ver qué puntos y compromisos se incluirán en el texto final al cierre de la COP30.
El secretario ejecutivo de la ONU para el clima, Simon Stiell, pidió acelerar las decisiones: “El espíritu está, pero la velocidad no. Las catástrofes climáticas están destruyendo vidas y golpeando todas las economías. Todos sabemos lo que está en juego”.