Es inconcebible que habiendo fondos destinados a atender emergencias climáticas el gobierno nacional decida no utilizarlos, afirman los autores de la nota, miembros de FARN. Durante 2024 se recaudaron casi 680 mil millones de pesos, pero sólo se utilizó el 7,3%.
Por Camila Mercure y Ariel Slipak
Las inundaciones, las sequías, los incendios y otros eventos climáticos se intensifican cada vez más como consecuencia del cambio climático. En Argentina, estos eventos son cada vez más frecuentes, severos y costosos. Sin embargo, los recursos disponibles para hacerles frente —como los del Fondo de Aportes del Tesoro Nacional (ATN)— no se están utilizando: en 2024, más del 90% de esos fondos quedó sin ejecutar.
Según el primer Informe Bienal de Transparencia presentado por la Argentina ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se espera que en nuestro país haya un aumento en la frecuencia e intensidad de lluvias torrenciales y un aumento en el nivel del mar. Esto tendría repercusiones a lo largo de toda la costa marítima argentina y del Río de la Plata, especialmente, podría afectar la costa al sur de la provincia de Buenos Aires con inundaciones permanentes.
A su vez, de acuerdo con el Banco Mundial, las inundaciones representan el 54% de los desastres naturales registrados en Argentina desde 1970 y se estima que este fenómeno le cuesta al país cerca de 1.000 millones de dólares al año. Además, alrededor del 28% de los argentinos todavía viven en zonas propensas a sufrir inundaciones.