En un contexto de recorte del Estado, las posibilidades para recuperar y proteger los ecosistemas se acota, aunque según expertos, hay posibilidades para hacerlo.
Por Matias Avramow
CALI.– La protección del ambiente parece no estar alineada con la política fiscal y presupuestal del Gobierno argentino. Al menos esto es lo que deja en evidencia el último reporte del monitor de presupuesto de Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) que indica que durante los primeros ocho meses del año hubo una caída del 41,5% de los fondos para la Subsecretaría de Ambiente. Este es el primero de varios datos que, según expertos consultados por LA NACION, pueden desembocar en un progresivo y mayor deterioro de los ecosistemas argentinos. Según la investigadora de Zero Carbon Analytics, María Marta Di Paola, este año, el presupuesto ambiental es “35 veces menor de lo que debería recibir”.
La postura oficialista, que el exdiputado nacional Juan Carlos Villalonga catalogó de un abandono “a toda idea de política ambiental”, se cristaliza también en los recortes presupuestales y la eliminación de fideicomisos. Tal es el caso del Fondo Nacional para el Enriquecimiento y Conservación de los Bosques Nativos (Fobosque), que fue eliminado por decisión del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger y su proyecto de “ley Hojarasca”.