Durante las dos últimas semanas de noviembre pasado se celebró en Sharm El-Sheikh, Egipto, la 14° Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad (COP14), bajo el lema “Invertir en la biodiversidad para las personas y el planeta”. Además de las delegaciones oficiales de los Estados Parte del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), asistieron representantes de diversos sectores como organizaciones internacionales, de pueblos indígenas y comunidades locales, mujeres, educación, negocios y las organizaciones no gubernamentales, entre ellas FARN, acreditada y activa en el CDB desde 2010.
El CDB se encuentran en un momento especial. Todo indica que, pese a los esfuerzos realizados, la mayoría de las Metas de Aichi para la Biodiversidad 2011-2020 no se alcanzarán cuando solo restan dos años para hacerlo. En la próxima COP15 en 2020 en Pekín, la comunidad internacional tendrá que adoptar un nuevo marco global para salvar la biodiversidad, sobre la base de los progresos hechos, abordando las deficiencias y obstáculos que se han planteado, y proponer una nueva estrategia que sin dejar de ser ambiciosa, sea realizable.
¿Cuáles fueron los resultados más destacados de la COP 14?
- Se largó la carrera camino al post-2020. Se estableció un grupo de trabajo para apoyar la preparación del marco 2021-2030, así como las bases del proceso participativo global que tendrá lugar para construir las nuevas metas para la biodiversidad.
- Se revisaron los avances en la implementación del Convenio y su Plan Estratégico 2011-2020. Se reconocieron los esfuerzos hechos por las Partes hasta la fecha, pero se llamó a los países a acelerar sus acciones, particularmente las medidas de implementación para hacer realidad las metas establecidas a nivel nacional en sus estrategias de biodiversidad.
- Se adoptó una definición y se reconoció el valor de «otras medidas eficaces de conservación basada en áreas» como vías adicionales a las áreas protegidas clásicas, que permiten proteger la biodiversidad.
- Se adoptaron unas directrices voluntarias para el diseño y la implementación eficaz de enfoques basados en los ecosistemas para la adaptación al cambio climático y la reducción del riesgo de desastres.
- Se adoptó una decisión sobre polinizadores que llama a los Estados a abordar los impulsores del declive de los polinizadores silvestres y manejados en todos los ecosistemas. Asimismo, se alienta a los agricultores, apicultores, administradores de tierras, comunidades urbanas, locales y pueblos indígenas a adoptar prácticas amigables con los polinizadores.
- Se adoptó una orientación complementaria para evitar las introducciones no intencionales de especies exóticas invasoras asociadas al comercio de organismos vivos.
- Se pidió un enfoque precautorio y se alertó sobre los riesgos para la biodiversidad que pueden derivarse de nuevas tecnologías como la información de secuencia digital, la genética dirigida y la biología sintética.
- Se decidió revisar la implementación del Plan de Acción de Género 2015-2020 del Convenio a fin de identificar brechas, mejores prácticas y lecciones aprendidas; organizar talleres regionales sobre los vínculos entre género y biodiversidad; e incluir discusiones sobre ello en las consultas regionales para el marco post-2020.
- Se adoptó un procedimiento para evitar o tratar conflictos de intereses de los miembros de los grupos de expertos que usualmente se conforman en el marco del Convenio para formular recomendaciones sobre temas de relevancia.