Resulta difícil predecir los productos y resultados que pueden llegar a obtenerse en la Próxima Conferencia de las Partes de Cambio Climático que se desarrollará del 29 de noviembre al 10 de diciembre en Durban, Sudáfrica.
Luego de lo que implicó el “Gran Acuerdo de Cancún” alcanzado en el año 2010 en la COP 16, aun no se ha podido comprender e identificar la relevancia de los objetivos surgidos de ese acuerdo.
Es útil recordar que en Cancún no se logró un acuerdo que genere compromisos concretos en la lucha global contra el cambio climático, sino una elegante forma de evitar el fracaso de las negociaciones, frenar la caída libre del sistema de Naciones Unidas como marco de discusiones, y de esa forma evitar que las discusiones climáticas sean debatidas en otros espacios paralelos.
En definitiva, pareciera ser el piso mínimo alcanzado para continuar con el proceso de negociaciones y que, pese a no establecer limitaciones y procesos de reducción de emisiones con fuerza legal, contiene varios puntos relevantes.
Los puntos destacables son:
1. Los objetivos de los países industrializados se reconocieron oficialmente bajo un proceso multilateral. Estos países crearán planes y estrategias de desarrollo bajo en carbono y evaluarán la mejor forma de hacerlo, incluyendo mecanismos de mercado, y reportarán sus inventarios cada año.
2. Las Partes reunidas en el Protocolo de Kioto aceptan continuar con las negociaciones con el propósito de completar su trabajo y asegurar que no haya brecha alguna entre el primer período de compromisos y el segundo del tratado.
3. En las decisiones se incluyó también un total de u$s 30 mil millones en financiamiento de arranque rápido proveniente de los países industrializados para apoyar la acción sobre cambio climático en los países en desarrollo hasta el año 2012 y la intención de recaudar u$s 100 mil millones en fondos a largo plazo para 2020.
4. Respecto al financiamiento climático, se estableció un proceso para diseñar un fondo Verde para el Clima bajo la Conferencia de las Partes que cuente con una junta con igual representación de los países en desarrollo y desarrollados.
5. Se estableció un Nuevo “Marco de Adaptación de Cancún” con el objetivo de permitir un mejor planeamiento e implementación de los proyectos de adaptación en los países en vías de desarrollo a través de un mayor financiamiento y soporte técnico, incluyendo un proceso claro para continuar con el trabajo en determinación de pérdidas y daños.
6. Los gobiernos acordaron fomentar la acción para frenar las emisiones por deforestación y la degradación forestal (REDD+) en los países en desarrollo con soporte tecnológico y financiamiento.
Además se establecieron recomendaciones relevantes con vistas a las futuras negociaciones. Entre ellas destacamos la necesidad de que los países desarrollados reduzcan sus emisiones en 25-40% por debajo de los niveles de 1990 para el año 2020. Asimismo se reiteró la necesidad de mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2°C y poner bajo consideración el descenso de la meta a 1,5°C en las futuras negociaciones.