Verónica Chávez habló en representación de las 38 comunidades kollas y atacamas de Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc, que comprende a Salta y Jujuy. Verónica Gostissa, de la Asamblea Pucará de Catamarca, detalló la situación que atraviesan comuneros y comuneras que defienden el Salar del Hombre Muerto. Denunciaron el avance empresarial sin consentimiento colectivo frente al derecho al buen vivir.
Por Analía Brizuela
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos finalizó el viernes último su período de sesiones número 191 en su sede de Washington DC. Durante ese último día de audiencias públicas participaron organizaciones de la sociedad civil. Sobre el mediodía de Argentina tuvo lugar en la sala Rubén Darío la sesión que trató los impactos de la extracción de minerales en el contexto de transición energética a nivel regional.
Por Argentina, participaron referentes que habitan en el el área tripartita del Triángulo del Litio. Fue el caso de Verónica Chávez, referente histórica de Santuario de Tres Pozos, una comunidad kolla situada muy cerca del trazado de la ruta nacional 52 en la parte que atraviesa Salinas Grandes. Chávez viajó hasta Estados Unidos representando a las 38 comunidades kollas y atacamas que habitan alrededor de ese humedal altoandino que se completa con la Laguna de Guayatayoc. Las jurisdicciones provinciales de Jujuy y Salta comparten la administración de ese sector de la puna salto-jujeña en la gran salina.
«Las empresas deben hacer la consulta previa, libre e informada aplicando el protocolo Kachi Yupi, pero el consentimiento (de lograrlo) debe ser colectivo, no individual o de una familia«, reclamó la comunera de Santuario de Tres Pozos ante Carlos Bernal Pulido, quien presidió la audiencia celebrada el viernes.