Sobre la base de la evidencia científica actual, el gobierno del Reino Unido confirmó el pasado viernes 1 de noviembre que no otorgará más permisos para la extracción de gas y petróleo no convencional a través de fracking o fractura hidráulica, hasta que se proporcione nueva evidencia científica en torno a los terremotos asociados a la técnica.
La decisión fue tomada sobre la base de un documento que publicó la Autoridad de Petróleo y Gas (Oil and Gas Authority, OGA) -una agencia gubernamental férrea defensora de la explotación de los hidrocarburos- luego de un sismo de 2.9 de intensidad en las operaciones ubicadas Preston New Road, Lancashire el 26 de agosto de 2019. Este documento establece que no es posible predecir con precisión ni la magnitud ni la probabilidad de terremotos de las actividades vinculadas al fracking. En este contexto, la OGA aconsejó al gobierno del Reino Unido no continuar utilizando esta técnica hasta que mayores estudios se realicen garantizando que esta técnica sea segura, sostenible y tenga el mínimo impacto para quienes viven y trabajan cerca.
Mientras tanto en Neuquén la situación parece ser más que diferente. En lo que va del 2019 ocurrieron más de 130 movimientos y, según los datos de la Red Geo-Científica de Chile, el 3 y el 4 de noviembre en Sauzal Bonito, parte del yacimiento Vaca Muerta, se produjeron dos sismos de 3,9 y 3,4 de intensidad, respectivamente.
En función a las incertidumbres en torno a los sismos en Vaca Muerta, en mayo de este año FARN realizó un pedido de acceso a la información pública a la Subsecretaria de Ambiente de la Provincia de Neuquén para conocer el rol de este organismo en torno a la actividad sísmica, y la información vinculada a su control.
La respuesta no les sorprenderá. Según la Subsecretaría, en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) no se han declarado impactos previstos en relación a la etapa de fractura hidráulica de pozos no convencionales a cambios en la geología de subsuelo o sismicidad, como así tampoco cuenta con información presentada por las operadoras respecto a desvíos ambientales de ese tipo luego de realizadas las fracturas hidráulicas. Remarca, a su vez, que el tema de la sismicidad inducida no ha sido un tema de estudio específico dentro del procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental ni se controla. En tanto, mientras el Reino Unido frena esta técnica, su aplicación en el seno de Vaca Muerta no es cuestionada, sino todo lo contrario. La explotación de este yacimiento continúa con nuevas promesas de expansión de la actividad, en algunos casos con llegadas de inversiones, incluso… de la UK Export Finance (UKEF), la propia agencia de fomento de exportaciones del Reino Unido.
Foto: © Nicolas Villalobos / Greenpeace