Por iniciativa de FARN, el monitoreo de proyectos financiados por IFD y sus impactos socioambientales son ahora política de la UICN.
El pasado 1 de septiembre se dio inicio en Honolulu al Congreso Mundial de la Naturaleza, el evento internacional de conservación más importante del mundo. El mismo es organizado, cada cuatro años, por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la mayor organización ambiental a nivel global. FARN es miembro de la UICN desde 1991 y actualmente ejerce la Presidencia del Comité Argentino de UICN el cual reune y coordina el trabajo de todos los miembros argentinos de la Unión.
En este marco, la Asamblea de Miembros de la UICN se manifestó positivamente por la moción presentada por FARN respecto a la necesidad de sumar en su política el seguimiento de las inversiones de lnstituciones Financieras para el Desarrollo (IFD), y el monitoreo y prevención de sus impactos socioambientales. FARN viene efectuando tal seguimiento desde hace unos años trabajando en alianza con otras organizaciones a nivel nacional, regional y mundial. Pia Marchegiani, Directora de Participación de FARN resalta que atento hay nuevos bancos de desarrollo , la flamante recomendación de la UICN podrá alcanzar también la política de aquellos Estados con este tipo de instituciones.
A través de esta recomendación, la UICN llama a las IFD con incipientes sistemas de salvaguardas a que continúen con su desarrollo, y le pide a aquellas sin sistemas propios de salvaguardas a que avancen sin demora en su elaboración, con plena participación de todos los interesados e incluyendo como requisitos básicos disposiciones sobre: acceso a la información, mecanismos de participación ciudadana, consulta previa y consentimiento libre, previo e informado evaluación ambiental estratégica (EAE) y evaluación de impacto ambiental y social (EIAS); enfoque ecosistémico; áreas protegidas; medidas de compensación y/o mitigación,, entre otros.
Ana Di Pangracio, Directora Ejecutiva Adjunta de FARN, sostiene que esta recomendación prevé también la implementación y desarrollo de casos de estudio en distintos países del Sistema de Estándares Ambientales y Sociales (SEAS) recientemente desarrollado por la UICN, el cual incorpora -basándose en un enfoque de derechos- conceptos y metodologías de avanzada para salvaguardar los derechos de las personas y comunidades, y la integridad de la biodiversidad en el marco de los proyectos que ejecuta la propia UICN. Esto es definitivamente un bienvenido sistema de estándares para el funcionamiento interno de la Unión, que va en linea con lo requerrido por la recomendación a las IFD.
“A partir de esto, y dado que ahora el tema es parte de su política, la UICN podrá ayudar a sus miembros (gubernamentales y no gubernamentales) que trabajan asuntos relativos a las IFD, impactos socioambientales y respeto de derechos y que los tienen en sus agendas (entre ellos FARN), brindandoles apoyo técnico y capacitación sobre diversas materias político-legales relacionadas, y en la búsqueda de fondos necesarios para que aquéllos realicen sus investigaciones y generen aportes”, concluye Ana.