Ambientalistas de diferentes países de Latinoamérica, nucleados en la Alianza Sistema de Humedales Paraguay Paraná, elevaron una queja formal a las autoridades en Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay. La razón de la acción es el proyecto en ejecución de más de 140 represas hidroeléctricas en el Pantanal brasileño. Denuncian los graves impactos ambientales y sociales del mega emprendimiento y el severo incumplimiento de convenciones internacionales sobre ambiente. Solicitan que se suspendan las obras.
La Alianza Sistema de Humedales Paraguay Paraná, por intermedio de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales y la Fundación M´Biguá, Ciudadanía y Justicia Ambiental -ambas de la República Argentina- presentaron una queja formal al Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina, Héctor Timerman, a raíz del avance de mega proyectos hidroeléctricos en Brasil.
En el texto se denuncian los graves impactos ambientales y sociales del proyecto en ejecución de más de 140 represas hidroeléctricas pequeñas y medianas en la alta cuenca del río Paraguay, en las nacientes del denominado Pantanal, en territorio brasileño.
Al mismo tiempo, y a través de las organizaciones miembros de la propia Alianza, la acción fue presentada a las Cancillerías de Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
Concretamente, las organizaciones denuncian los graves impactos ambientales, el incumplimiento de diversas convenciones internacionales ambientales y la necesidad de desarrollar una Evaluación Ambiental Estratégica, de manera concertada y en el marco del Tratado de la Cuenca del Plata y el Sub-Grupo 6 del Mercosur, con plena intervención de la sociedad civil y las áreas ambientales nacionales.
Hasta tanto “la EAE (Evaluación Ambiental Estratégica) se concrete, deben suspenderse todas las obras en ejecución y proyectadas”, sostiene la presentación.
Del mismo modo y en particular al Ministerio argentino, los ambientalistas reclamaron una actitud urgente y de carácter preventivo en los ámbitos pertinentes, en tanto que la continuidad de las obras denunciadas puedan modificar los escurrimientos de aguas y afectar recursos compartidos que en definitiva lesionen gravemente los intereses nacionales. En ese sentido, subrayaron, es fundamental “la celeridad de atención a éste hecho que lamentablemente ocurre en Brasil”.